jueves, 6 de diciembre de 2012

Aquellos sones clásicos...


Hace poco tiempo, gracias a internet y sus posibilidades, descubrí una banda de Cornetas y Tambores que a día de hoy se ha situado en el primer puesto de mi personal escalafón de Bandas. Se trata de la Banda de Cornetas y Tambores Esencia, de Sevilla. Una banda con una gran personalidad y que en muy pocos años, a base de su buen hacer, han conseguido el reconocimiento del cofrade y conseguir uno de los objetivos de muchas bandas sevillanas con más años a sus espaldas, poder desfilar por Campana tras un paso de misterio. Pero sobre todo, es una banda que, como la Centuria, suena a Semana Santa, con sólo cornetas y tambores y que pese a ello, suena completamente melódica. Una banda que se formó por un grupo de veteranos músicos que querían volver a tocar como lo hicieron en sus años, apostando por el clasicismo que se hubiera perdido en las bandas de cornetas y tambores si no hubiera sido por la citada banda de la Hermandad de la  Macarena. Espero poderlos escuchar en directo más pronto que tarde, en Huelva los pondría tras no pocos pasos...

Pero no sólo me gusta por su uniforme estilo "policía armada" ni por no usar ni fliscornos, bombardinos, trombones o tubas. Me gusta por su apuesta por tocar y recuperar marchas clásicas de siempre, por componer nuevas marchas siguiendo el citado estilo y por no dejarse llevar por la actual corriente de marchas "flamencas" que tanto abundan en nuestra actual Semana Santa. El mundo de las bandas de cornetas y tambores o agrupaciones musicales se ha vuelto en un submundo peor que el fútbol. Con rivalidades llegando a históricas enemistades entre bandas, la mayoría de veces por no saber separar los componentes su vida personal y sus roces personales, de la institución a la que pertenecen. Unas rivalidades aumentadas también por unos auténticos "ultras", que aun no perteneciendo a ninguna banda, defenderán a muerte si fuera necesario a la banda de la que es fanático. El problema de todo esto es que cualquier esperpento que toque "su " banda, será una auténtica obra de arte, decayendo el gusto y la calidad de la manera que lo está haciendo.

Mucha gente no estará de acuerdo con mi planteamiento, pero yo pienso así. Los que me conocen me suelen decir que pese a mi juventud, yo "soy un cofrade rancio". Pues si, lo seré y por supuesto, el mundo musical no iba a ser menos. Yo prefiero seguir escuchando a Esencia antes que a Triana; ver un concierto de una banda de cornetas y tambores con todos sus componentes de pie en el escenario y no sentados en sillas; una banda dirigida por su director musical desde la misma fila que sus compañeros, no delante de éstos haciendo gestos y movimientos que ni el 20% de sus músicos sabrán que significan... seré un rancio.